La Hora Random La hora Random

Vuelve Star Wars en formato televisivo y vuelve la Random Crest al lío. Una nueva serie repleta de Jedi Fu, túnicas planchadas, jedis normales, y cosas asiáticas. En esta ocasión se nos ha unido nuestra amada e ínclita Dune Blanco para desgranar los dos episodios y dar rienda suelta a nuestras filias y fobias galácticas. Más divididos y polarizados que nunca... ¿o no?

Da igual que sea un Páramo, Yermo, Negociudad o Megatón, ahí estará la tripulación de la Random Crest para disfrutar de un buen post-apocalipsis. Y para gozar aún más de las penurias nos acompaña Angel Codón para hablar de todo, incluso de Fallout. Así que cálzate tu cuero y tachuelas para intentar sobrevivir a dos horas de inhóspito programa.

Kenny Ruiz intenta por todos los medios atajar la nueva obsesión que se está expandiendo por la Random Crest... Los juegos de cartas coleccionables. Dos en concreto: Star Wars Unlimited y Lorcana. Empezando por el capitán (o eso creemos) han ido cayendo todos uno por uno en un frenesí de conseguir la carta más rara, el mazo con más combos, y los personajes más bonitos. ALERTA SPOILER: No da resultado y siguen peor que nunca.

Estamos de vuelta a las arenas llenas de especia de Dune en un programa no exento de polémica. Vicente cuenta escalones por encima de sus posibilidades, Kenny sigue flipando con su experiencia en el IMAX, Renato se borra del club de fans de Chamalet, mientras Enrique y Clara disfrutan de las vistas. Así que apaláncate en una loma al solete con tu bebida preferida y saluda a los Fremen que pasan cabalgando sus gusanos.

Hoy Renato toma los mandos de la Random Crest como regalo de cumpleaños y dispuesto a celebrarlo por todo lo alto. En un programa muy especial con sorpresas, un buen puñado de invitados estelares, cubos de escayola y un sinfín de anécdotas escatológicas a cholón.

Subimos las apuestas con los combates Random: Ahora se enfrentarán entre sí las diferentes partes de una saga. Y para esta velada tan especial se nos une Clara (de La Madriguera) para luchar codo con codo con la tripulación habitual. Inexactitudes flagrantes y juicios totalmente sesgados en un par de horas de luchas fratricidas.