Los interludios eran piezas integradas en las representaciones teatrales de la Florencia del siglo XVI en los que texto y música ofrecían a los espectadores las peripecias de personajes de la mitología o la literatura. Estos interludios dieron lugar más adelante al nacimiento de la ópera, que alcanzaría su rango más elevado en las obras de Claudio Monteverdi. El grupo francés Pygmalion recupera estas piezas en una reconstrucción a la vez fiel e imaginativa que se convierte en un apasionante viaje al pasado más creativo a través de obras de Caccini, Peri, Marenzio, Cavalieri, Allegri y Da Gagliano.