Como sus dos discos anteriores, Here Comes the Sun alterna poderosos himnos de rock alternativo con baladas de desnuda emoción, pero la balanza cae aquí del lado de las segundas. En “Dancing” Elisa parece haber encontrado una nueva voz, tan expresiva y directa como antes pero con un asombroso peso dramático. “A Little Over Zero” es otra balada, esta vez envuelta por una atmósfera de melancólica serenidad. Y quienes echen de menos a la Elisa más rockera, no tienen más que escuchar “Fever”.