A principios de 1976, Eagles lanzó Their Greatest Hits 1971-1975, una recopilación que pasaría media década en el Billboard 200 y se convertiría en el álbum estadounidense más vendido del siglo XX. Pero aún faltaban meses para que la canción más popular y definitoria de su carrera apareciera: el tema que da título a Hotel California, el disco con el que la banda borró cualquier rastro de sus raíces country-rock para establecerse en los estadios del mundo. En gran medida, ese cambio se puede atribuir al chico nuevo, el guitarrista Joe Walsh, quien añadió el signo de exclamación a la fantástica narrativa de Don Henley con uno de los solos de guitarra más dramáticos del rock. Esa arrogancia se extiende en la fuerza de “Victim of Love” y en la influencia disco de “Life In the Fast Lane”, un relato definitivo del hedonismo de Hollywood. Hotel California es tanto un retrato del exceso de los años 70 como la banda sonora de la inevitable y cruel decadencia.