La importancia de los cuartetos de cuerda de Beethoven en conjunto es tal que, sin exagerar, se puede afirmar que constituyen uno de los pilares del arte occidental. Y entre ellos, las composiciones del llamado “periodo medio” son notables. Los cuartetos “Razumovsky”, compuestos para el embajador ruso en Viena, son ingeniosas piezas extraordinariamente creativas, con una ambición casi sinfónica. Y el llamado “Cuarteto de las arpas”, Op. 74, posee gran encanto. Takács Quartet es un magnífico ejemplo de la calidad que puede alcanzar la interpretación.