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Las dos posiciones sobre los motivos de reflexión de Pedro Sánchez tienen un punto de conexión: fue un impulso personal tras ver que una organización ultra conseguía judicializar la campaña de acoso que vive su mujer. No se puede olvidar que el protagonista de ese impulso es un superviviente nato, con un instinto político extraordinario y que lee muy bien los tiempos actuales. Hay un enorme hartazgo ciudadano ante un clima irrespirable que convierte lo público en un lodazal dedicado a difundir acusaciones sin pruebas, ruido y odio. La pregunta es cómo terminará los días de reflexión el hombre enamorado y el superviviente político. Si dimite, deja al país y a su partido con una gran incertidumbre, pero si continúa, debe armar un gran discurso y un plan creíble porque el acoso que sufre no parará.

Nadie en el partido es capaz de diseñar el futuro, solo Pedro Sánchez lo sabe, así que hasta el lunes es pura especulación dibujar cualquier escenario a partir de la semana que viene. El único que lo tiene dibujado es el PP, a quien la llamada a rebajar la intensidad del enfrentamiento no le ha afectado y mantiene su virulencia contra el presidente, al que califica desde narcisista a inmaduro, y al que acusa de haber diseñado una operación de supervivencia. Nada nuevo, como ven.

El análisis de actualidad económica, todas las mañanas a las 07:30 con Javier Ruiz, jefe de Economía de la SER.

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Empieza a correr la cuenta atrás para que Pedro Sánchez anuncie el lunes si dimite o no como presidente del Gobierno. Por ahora guarda silencio y nadie en su entorno sabe qué hará dentro de algo más de 72 horas, mientras este sábado se espera una gran movilización organizada por el PSOE para mostrarle su apoyo. Y desde este viernes, Cataluña está en campaña, con el independentismo apretando, aunque pidiendo a Sánchez que no dimita y rechazando el escenario de unas nuevas elecciones.

la clave es el legado del sanchismo, una forma de entender la política, el poder e incluso la vida cuotidiana. Hemos normalizado una forma de estar en el poder que jamás habíamos conocido, no podemos ver como normal lo que no lo es, pero muchos españoles lo ven normal. España medita, las dos Españas meditan y no es jornada de reflexión, son días inéditos, el presidente está de asuntos propios.