Si su debut se movía entre la nueva fe metálica y las ruinas del blues-rock británico, el segundo álbum de Black Sabbath es una epopeya metálica de principio a fin. La guitarra de Tony Iommi ya se acercaba al poder destructor que la haría legendaria y Ozzy, liberado por completo de la herencia del blues, aúllaba sobre los riffs definitivos de “Paranoid” y “War Pigs” como un ángel que se debate entre el cielo y el infierno. Paranoid es un primer ejemplo de lo que hoy llamamos heavy metal.
Audios extra
- 1971
- 1970
- 1975
- Judas Priest
- Motörhead
- DragonForce
- Slayer